del sustantivo
semántica: cada nombre concreto tiene un origen
semánticamente no arbitrario. En su origen, fue metáfora, síntesis de ideas ya
aceptadas con la que acotar mediante perífrasis las características del objeto
que se quería señalar.
-ivo, sufijo
latino que indica relación activa / relación pasiva (p.ej., primitivo, relativo
a lo más antiguo; pero también motivo, ‘relativo al movimiento, que tiene eficacia para mover’, o
‘limitativo’, ‘lo que limita o está destinado a limitar’: de lo que
‘sustantivo’ podría ser ‘relativo a la sustancia, que tiene eficacia para
sustanciar’, es decir agente, de calidad verbal).
del pronombre
Petrus Ramus no lo considera parte de la oración, sino
adjetivo irregular parasilábico. (‘para’, preverbio griego, junto a, al lado de, contra).
(Fernando Arellano, Historia de la lingüística, Tomo I)
del infinitivo
Las terminaciones –ar, -er, -ir, indican directamente una
forma sustantiva, el nombre que recibe la acción. Resulta llamativo que el verbo,
paradigma de la acción que preside la oración frente al sustantivo, sea él mismo estructurado a partir de un sustantivo.
del participio
Verbo y adjetivo, conjugado y declinado al mismo tiempo. Del
modo verbal que indica la acción en efecto (poniente el sol, brillante la
armadura…) se deriva un sentido adjetival, es decir, que califica al objeto. De
otro modo: el objeto resulta calificado
mediante la acción que realiza.