Todo ha terminado ya, hemos quedado a un lado del camino, viendo pasar los días, los cuerpos que no cesan, sin pedir nada a cambio, sin esperar, ni esperarnos. Hemos quedado en poco, apenas nada, dispuestos para el sueño, para el encuentro y la despedida, para la anécdota y el accidente. Si te observo, no te ofendas; no me ofenderé si me observas. Sigue después tu camino, y guarda en silencio el secreto de la huella que dejaste.